En la época precolombina, el territorio que actualmente corresponde al cantón de Puriscal, fue parte de los dominios del cacique Pacacua; el cual estuvo habitado por indígenas del llamado Reino Huetar de Occidente; que a inicios de la conquista, el cacique principal era Coquiva, súbdito de Garavito. Testimonio de ese hecho son los múltiples hallazgos arqueológicos, principalmente en las localidades actuales de ciudad de Santiago y villa Barbacoas, las cuales fueron grandes cementerios nativos.
Puriscal desde antes de la llegada de los españoles, ha sido una encrucijada importante, prueba de ello, es que fue lugar de paso de los indígenas que venían del noroeste e iban al suroeste del presente territorio nacional. Durante la Colonia, el camino de mulas, que a partir de 1601, se utilizó para comerciar con Panamá, también paso por la zona de Puriscal.
La primera ermita se construyó en 1858, en terreno que donó don Pedro Jiménez Meléndez. Durante el episcopado de monseñor don Joaquín Anselmo Llorente y Lafuente, primer obispo de Costa Rica. En el año 1871 se erigió la parroquia, dedicada a Santiago Apóstol; la cual actualmente es sufragánea de la arquidiócesis de San José, de la provincia eclesiástica de Costa Rica.
En 1886 funcionó en Santiago una escuela para niñas, en 1891 se inauguró una escuela de música financiada por vecinos del cantón. La actual escuela Darío Flores Hernández, se construyó en 1900.
En el año 1945 se instaló la Escuela Complementaria, con carácter de enseñanza secundaria, ocupando parte de las instalaciones de la escuela Darío Flores Hernández; el 8 de febrero de 1953 se inauguró el edificio de la escuela Complementaria, en la administración de don Otilio Ulate Blanco; tres años después se comenzó a llamar liceo de Puriscal.
Antiguamente, la región que hoy corresponde al cantón de Puriscal fue conocida como Cola de Pavo, así denominada por los señores Jorge y Jesús Retana, quienes comerciaban en este lugar cuando en él sólo habían pocas familias residentes. El nombre del cantón proviene de la evolución de la palabra purisco, la que se refiere al momento en el que el frijol está en flor. Puriscal en sus orígenes fue un lugar conocido por sus sembradíos de frijoles.